Ahí Pregúntenle a los Jefes
Que acaso ya lo olvidaron
Que acaso no dejo claro
Ahí Pregúntenle A Los Jefes
Quien es el que andaba al cien
Lo sabe el señor Joaquín
Y también Don Ismael
Todos esos comandantes
Que estuvieron a la orden
Que respondieron al radio
Cuando les hablaba el once
Reclutado por el niño
Se miraron como hermanos
También le decían el indio
Mayor, comandante, y jefe
Respaldado por el R
También por el chaparrito
Reconoció al cholo vago
Al fantasma y al ondeado
Y al águila del desierto
Al uno, al seis, y al güerito
Lake tal ruso y el cinco
La mecha y el más pequeño
El caballo del potrero
No se dejaba domar
Siempre andaba ensillado
Para bien o para mal
Peleando gano respeto
Jamás encontró rival
Pa pelear el macho prieto
El señor de las bazucas
Y en Culiacán, Sinaloa
El jefe Gonzalo Inzunza
A la gente de la sierra
Su gente de la frontera
De Durango y Culiacán
Brincaban con una seña
Una orden del comandante
Solamente una señal
Ya marco su retirada
Después de tantas batallas
Que le marcaron su cuerpo
Porque peleo sin descanso
Ni porque andaba descalzo
No pudieron detenerlo