Tabaco Y Tinto de Verano
Por el callejón del Tinte
ya no paso yo bailando
para divertirte,
ni suena aquella vieja melodía
que al oído me cantabas todo el día:
"Michelle ma belle".
Cómo añoro aquellos días;
ni mi corazón recuerda ya
cómo demonios me lo haría
para acabar contigo
en la muralla o en el puerto,
agua en el desierto
para mí tu cuerpo.
Qué felicidad,
tabaco y tinto de verano;
por el callejón,
tú sujetándome las manos;
"Que me dejes ya,
nos está viendo medio Cádiz:
vámonos al faro donde tú sabes,
donde tú sabes ya".
Una mañana de enero,
cuando daban leña
por la huelga de Astilleros,
nos dimos al amor
mientras que todos se encerraban
con la puerta vigilada
por la autoridad.
Y era revolucionario
ese piso lleno
de turistas libertarios
y era revolucionario
amor y porros sin horario,
y era revolucionario
no envejecer.
Qué felicidad,
tabaco y tinto de verano,
huyendo de mí
o sujetándome las manos;
y en el autobús
tú me contabas muy segura
"Mi amor, yo me muero por ir a Cuba,
por a Cuba ya".
Por el callejón del Tinte,
era para siempre
la promesa que me hiciste;
y quién te iba a decir a ti
y a tus golosos veinte años:
el amor hizo un extraño
y se te olvidó.
Qué felicidad,
tabaco y tinto de verano,
huyendo de mí
o sujetándome las manos.
"Que me dejes ya,
nos está viendo medio Cádiz:
vámonos al faro donde tú sabes,
donde tú sabes ya".