Perla de La Medina
Princesa en la calle
de la Algarabía,
por ese palacio
quién no se perdía.
De la frente al talle,
con alfilerillos de color,
la seda y el jade
te regalaría.
Una señal
y ya te esto siguiendo el paso
a donde pidas,
una palabra
y traigo el talismán
de la ciudad perdida.
Y una a una
las cumbres de la luna,
musa de mi ventura,
te traeré.
Aguamarina,
Perla de la Medina,
la dama misteriosa
que yo soñé.
Qué dulce lenguaje
el de tus miradas,
certeros mensajes
sin decirnos nada.
Ser tu favorito
quisiera, Rachida,
y no soy morito,
¡malhaya mi vida!
Ten compasión,
este cristiano es tu rehén,
tu prisionero,
y muere
por oír "habibi" de tus labios
hechiceros.
Y una a una
las cumbres de la luna,
musa de mi ventura,
te traeré.
Aguamarina,
Perla de la Medina,
la dama misteriosa
que no tendré.