Cuarta estación

Se que has notado que pareces transparente,
rodeada del murmullo de la gente,
fuerzas tus pasos van cargados de equipaje,
marea baja, escalón interminable.

Movimientos torpes mueven tu cabeza,
sin espacios las imágenes son densas.
En los brazos congelados el deseo
mece el frío vagabundo de tus huesos.

Alzan el vuelo las oscuras golondrinas,
sientes el peso esculpiendo las heridas,
los errores convertidos en fracasos,
encaminan tu sonrisa hacia el ocaso.

Un rayo de luz, tiemblas.
Un rayo de luz, despierta.

Aunque te parezca eterno, todo cambia,
vuelve el brillo, las ideas, las palabras.
Abre tus manos disfrutemos amor mío,
tu universo le da forma a mis sentidos.

Un rayo de luz, tiemblas.
Un rayo de luz, despierta.