Bachicha
Brian Bachicha, fiel a sí mismo
en situación de desenfreno brasileiro,
está en la cama, acariciando
el mando a distancia de la Grundig
e impresos en tres colores, guaraníes
los carteles anuncian a Bachicha,
el superviena, fetén sucesor de Brian Wilson.
apa ta pata, the awama quever
le toca súper clip Fernando Trueba,
y en Alcatraz los calcetines de la media
no perdonan ni siquiera
el más mínimo derrape en la carretera.
Cuando todos los caminos
llevan a la cárcel de las monedas
hay que ser muy ambicioso
porque no flota una balsa de madera.
Esta es una industria cualquiera
pero perdón si se cargó al talego pom-pom,
Brian Bachicha, superviviente,
del cabildo de French y Beruti
ni se imagina, pero presiente,
que se acabó la realidad dabuti.
Habrá que darle gracias al dios inoportuno,
por si acaso hiciera falta licuadora
Los de a pie, necesitamos al gran Paturuzú
un cacique popular, porque lo demás
es solamente entretenimiento.
Impresos a tres colores guaraníes
los carteles anuncian a Bachicha.
No escucho una palabra verdadera
desde el día de la primavera de 1972
en los juegos olímpicos de Munich,
y el gran Bachicha mi combatiente
volvió a la realidad de cara al sol,
que ilumina el histórico convento
y perdón si se cargo
al entrañable talego pom-pom del gran bachicha
pum, po pum, poropo pum, po pum
al entrañable talego pom pom, el gran Bachicha