SATURACION
Tengo dudas que vuelan a campo abierto
Dejé que me consuman y nunca encontré mi centro
No tuve la respuesta tampoco momento
Y ahora puse valor a mi nombre y a mi tiempo
Soplo de la aurora mi cuerpo sintió la brisa
No quise ofenderte me cuesta aguantar la risa
Soy un estratega sin norte por la cornisa
Y nunca tuve prisa porque el golpe avisa
Importa mucho quién, si con quién, no hay un dónde
Bromas por el aire con una verdad que esconden
Medité mi queja noto como me absorbe
No doy un paso en falso mi frente no va al borde
Quemando la goma del mítico y noble Corsa
Parlantes a 90 con música portentosa
Te conté mis planes, sé que son poca cosa
Pero yo busco calma, no quiero el oro rosa
No tengo la llave, pero abro la puerta
Perdí saturación con un chicle de menta
Pagaba por calma y he perdido la cuenta
La deuda no perdona, la deuda no perdona
No tengo la llave, pero abro la puerta
Perdí saturación con un chicle de menta
Pagaba por calma y he perdido la cuenta
La deuda no perdona, la deuda no perdona
Auriculares con el cable dentro de la camiseta
El derecho roto y álbumes en versión beta
Saludo con la mano, apariencia lo más discreta
Cuidando cada gesto, que nada comprometa
Pierdo la memoria, pero nunca pierdo el dato
Predica ser mejor, que te aplaudo, no paso el rato
Dejar esa colonia ha sido de lo más sensato
Se escucha poco ruido, si somos cuatro gatos
Mi papel de sordo me evade de propaganda
Sé que tengo un ángel que siempre me cuida y salva
Me dijeron gay por negarme a ser de una banda
Y le agradezco a Dios porque nunca he tocado un arma
Nada aquí me estorba, cada segundo es oro
Conservo el buen querer y el mal odiar se pierde solo
Buscabas la palabra perfecta de algún modo
Y no de verdad, con escuchar hiciste todo
No tengo la llave, pero abro la puerta
Perdí saturación con un chicle de menta
Pagaba por calma y he perdido la cuenta
La deuda no perdona, la deuda no perdona
No tengo la llave, pero abro la puerta
Perdí saturación con un chicle de menta
Pagaba por calma y he perdido la cuenta
La deuda no perdona, la deuda no perdona