Oxígeno
Ha llegado la hora de la oscuridad.
Las tinieblas se han cernido sobre ti.
Hay penumbra en tu mirada y en tu caminar.
En la forma de sentarte y de sonreír.
Ya no sabes más quién eres: voló tu identidad,
defendiendo a un ángel negro que tú creías azul.
Es solo cuestión de tiempo que el hastío y la constante inquietud,
se rebelen contra el miedo, el apego y la soledad.
Oxígeno! oxígeno! oxígeno! oxígeno!
Oxígeno: Apenas te queda oxígeno para poder respirar.
Oxígeno: Él te roba en cada beso el aliento y la libertad.
Oxígeno: Ya no sabes más quién eres. Perdiste la identidad.
Oxígeno: Él mirando y viendo, midiendo y viendo hasta dónde eres capaz de llegar.
A ti misma y a todos mientes y él es tu única obsesión.
A tu madre venderías por garantizar su amor.
Es solo cuestión de tiempo que la simple realidad,
te haga descubrir la trampa de alguien que no sabe dar.
Oxígeno: Apenas te queda oxígeno para poder respirar.
Oxígeno: Él te roba en cada beso el aliento y la libertad.
Oxígeno: Ya no sabes más quién eres. Perdiste la voluntad.
Oxígeno: Te han colocado una venda, que ya no te logras quitar.
Te han colocado una venda, una vez más, una bendición.