Que No Te Hagan Llorar
El aula vacía está y llena de hipocresía. Un niño cabizbajo ha entrado y en su pupitre se ha sentado. Mira a su alrededor, no se explica lo que pasa, todos sus compañeros hoy se han quedado en su casa.
De sus grandes ojos caen lágrimas de incomprensión, ni siquiera hoy el profesor ha ido a dar la lección. Se levanta del pupitre y se acerca a la ventana, y un gran grupo de personas que están fuera en manada, de repente le señalan.
No sabe que hay un virus que se ha apoderado de su cuerpo. Un virus que ha contraído él sin comerlo ni beberlo. A él simplemente le dicen ¡pobrecito, estás enfermo! pero no entiende porque le señalan con el dedo.
No sabe que hay un virus que se ha apoderado de su cuerpo. Un virus que él, que ha pillao sin comerlo ni beberlo.
Tal vez el SIDA sea lo que acabe con su vida, sí, pero vosotros sois los culpables de matar su corazón. Asquerosa gente, puta gente llena de ignorancia y estupidez, dejad por lo menos que el crío disfrute, que el crío disfrute de su niñez. ¡Dejadle en paz! Tu sonrisa puede con todo, no la abandones jamás, juega y ríe muchachito, que no te hagan llorar más.
No sabe que hay un virus que se ha apoderado de su cuerpo. Un virus que él, que ha pillao sin comerlo ni beberlo. Tu tienes mucha mas vida que mucha mas vida que esa basura humana, me gustaría que, que vivieras que vivieras para escupirles en la cara.