Tonada de la Muerte
Tonada de la muerte
Desde el día que me alumbra
Hijo me llama la muerte
Y así repite mi suerte
Entre penumbra y penumbra
Pero la luz me deslumbra
Y siento afán de guardarla
De rehacerla y sembrarla
Para que nazcan ventanas
Y salgo a fundar mañanas
Pese a la muerte y su charla
La muerte ronda conmigo
Hasta muy tarde en la noche
Yo voy a pie y ella en coche
Silencioso, de testigo
Sabe que soy su enemigo
Su hijo desobediente
Por eso silba entre dientes
Una tonada de aviso
Y yo, aun sin permiso
Sueño más resplandeciente
La muerte, madre y consejo
Rompe a afilar la guadaña
Me alza la voz, me regaña
Porque no espero a ser viejo
Traspasando su entrecejo
Llego al fondo del secreto
Y con crecido respeto
Veo como se deslizan
Dos lágrimas, por las lisas
Mejillas de su esqueleto