El Enyerbado
Qué bonita se miraba ese día que la encontré,
qué bonita su sonrisa y sus ojitos cafés.
Al tenerla muy cerquita un besote le robé
y al mirar esa boquita fue que yo me enamoré.
Todo el mundo le ponía las estrellas a sus pies
para ver si le robaban lo que yo sí le robé.
Pero nadie imaginaba que debajo de esa piel
se encontraba el mismo diablo disfrazado de mujer.
Pero qué le voy a hacer
si me trae bien amarrado
por el cura y por el juez
y ahora sí pa´dónde me hago.
Pero qué le voy a hacer si ya estoy bien enyerbado.
Y le hago la comida
y le hago los mandados
y le hago lo que pida porque estoy enamorado.
Todo el mundo le ponía, otra vez,
las estrellas a sus pies...
Pero qué le voy a hacer...