Balada De Los Amantes Del Camino De Taverney
"Balada De Los Amantes Del
Camino De Taverney"
El cuarto donde habita mi ruiseñora
Se nutre con el ruido de mi demora
Los cantos de la calle se están plegando
Y el mórbido reloj mira blasfemando
Después, la lluvia encumbra sus volantines
Y moja alguna estrella que
Agoniza entre violines
Y agolpa sus rebenques desmelenados
Al anca de mi potro que no ha piafado
De noche todo es claro si en su cortina
Ondula una cadera que se adivina
Sacude su pañuelo al amante raza
Y enciende las señales por donde pasa
Mi atávico desvelo buscando casa
La cama donde espera mi buenamoza
Es tibia como un vientre y es luminosa:
Viniendo de la lluvia y forzando puertas
Aprecio que su gana ya esté despierta
La cama donde escurro mis homenajes
Es donde desterramos la barrera de los trajes
Es donde de algun modo su resolana
Se apropia de mi lengua tan soberana
Allí nos respiramos de diestra suerte
Allí nos cobijamos (por si la muerte)
Allí yo le regalo mis estertores
Y allí ella me devora con mil amores
Cogiendo de mi sangre las frescas flores
La cama donde anida su pulpa suave
Es esa donde yergue su cuello mi ave
Y aquella donde estira su claro modo
Amándome de cerca y mordiendo todo
Su cama multiplica mi envergadura
Que es llave con la que
Abro su opulenta sabrosura
Que es fuego con el que echo su frío afuera
Y avivo su gemido cuando lo quiera
Viniendo de tan lejos estoy tan hondo
Tan cerca de su dentro y tan al fondo
Tan ávido y completo, tan estrujado
Tan posesivo y pleno, tan aplicado
Que cuando el nuevo día se asoma me alza
Desangrado desangrado
Desangrado desangrado