Lady Million
A los ojos siempre asumimos mal el papel
y, al abrazo, dabas un guiño de prometer;
fuimos a probarnos la piel en el descanso de esa escalera
que me hizo entender: tal vez mis dedos austeros pudieran.
Con la cruz de tu desconfiada provocación
como la huella de Lady Million del sillón,
la nostalgia tuvo el rencor de acostumbrarte a dormir sola
¿por qué no, mejor, dejamos juntos que pasen las cosas?
Hoy que no nos corre el tiempo,
hoy que nos apura el Jameson
y la noche nos custodia…
Para aprender tus pretextos
tengo muy mala memoria.
Quiero ser, quiero entrar,
rumorear tu calle principal;
el vicio que te arriesgues permitir.
Quiero ir más allá,
que el destino nos saque a bailar
testigo de que te supe conseguir.
Por el rocanrol de tu histeria sé tu intención,
sin embargo es una tragedia cada excepción;
el precio de la indecisión es poder quedarnos con las ganas,
cuando somos dos desesperados gastando palabras.
Hoy que nos llevamos puestos,
hoy que un taxi es tan directo
y el invierno nos alcanza…
Para guardar tus secretos
tengo las llaves de casa.
Quiero ser, quiero entrar,
rumorear tu calle principal;
el vicio que te arriesgues permitir.
Quiero ir más allá,
que el destino nos saque a bailar
testigo de que te supe conseguir.
Quiero ser, quiero entrar,
desnudar tu lado original;
el vicio que te arriesgues permitir.
Quiero ir más allá,
que el destino nos saque a bailar
testigo de que te supe conseguir.
Quiero verte cantar,
sobre mi cintura delirar;
el vicio que te arriesgues permitir.