El Enemigo Brutal
El enemigo brutal
Nos pone fuego a la casa
El sable la calle arrasa
A la luna tropical
Pocos salieron ilesos
Del sable del español
La calle, al salir el sol
Era un reguero de sesos
Pasa, entre balas, un coche
Entran, llorando, a una muerta
Llama una mano a la puerta
En lo negro de la noche
No hay bala que no taladre
El portón, y la mujer
Que llama, me ha dado el ser:
Me viene a buscar mi madre
A la boca de la muerte
Los valientes habaneros
Se quitaron los sombreros
Ante la matrona fuerte
Y después que nos besamos
Como dos locos, me dijo:
¡vamos pronto, vamos hijo
La niña está sola, vamos!