Maritornes
Por ti cariño encogería la noche
Al tamaño de tu cama
Y compraría tus caricias pagando
Con besos mi libertad
Por ti cariño, perdería mi orgullo
En la trastienda de mi alma
Y saciaría mi venganza bebiendo
Como un loco en tu boca después
Porque al rozarte siento miedo, amor
De despertar y no oír tu voz
Y que al llegar el alba a tu ventana
Abra los ojos y sólo esté yo
Por ti cariño, robaría una estrella
Y que en tus noches té velara
Y en los caminos, rogaría a mi espada
Que me haga digno de ti
Quiero perderme en la jauría de tus labios
Tormento es tu boquita de miel
Enjaulé mi alma en tu linda armadura
Forjadas con tu cuerpo y tu piel
Viéndose sumido en tales pensamientos
Don Quijote no acertaba a ver (¿eh?)
Que la destinataria de tanto halago
No era quien creía ver (no!)
Era Maritornes la moza asturiana
(Y del otro ¡pff!, como la Leticia Sabater)
Que yendo al encuentro de su amante arriero
Se topó con él