Mesa para dos
Una mesa para dos
El recuerdo de tu aliento en el cristal
Un disparo al corazón
Un cardenal tatuado en la yugular
Yo intentaba hacer temblar tu habitación
Tú solías ser la boca del volcán
Hace días que no estás en mi colchón
Y hace meses que no sé cómo te va
Una mesa para dos
Un refugio con la forma de un sofá
Una noche sin reloj
Dos mordiscos en la barra de algún bar
Me colé en tu vida como polizón
Tu encajaste mi locura en tu verdad
Y escondida en el olimpo de tu voz
Susurraste nunca te voy a olvidar