39 Grados
Lisandro Aristimuño
Rojizo vendaval conoció la sal en la fiebre que nació. Temblaba de mis labios salía por detrás, en cada movimiento sal. Un paño de agua tibia mirada de ñandú la cama comenzó a flotar. Mi cuerpo era nudo en posición fetal la sábana un sitio más. Espero que me vaya algún día por favor.