San Ictícola De Los Peces

Les Luthiers

Según algunos autores, los orígenes de la música religiosa se remontan a un pasado muy lejano; según otros, se hunden en la prehistoria.

La pregunta que surge es: ¿se remontan, o se hunden?

Los pescadores primitivos ya entonaban fervorosos himnos litúrgicos para obtener una buena pesca, práctica que cayó en desuso porque
dichos cánticos halagaban a los dioses, pero ahuyentaban a los peces.

Por eso, los pescadores de la aldea de Roca Povera, en el sur de Italia, le rezan a San Ictícola de los Peces, también llamado
San Ictícola de la Mar, y le rezan por una buena pesca en la ermita del santo, situada en plena montaña, donde los peces no
puedan oírlos.

La aldea de Roca Povera depende para su subsistencia de unos pocos cultivos y de su empobrecida pesca; o sea, que su economía es
típicamente "agropescuaria".

La aldea de Roca Povera es pobre aún en leyendas místicas: nunca un milagro, nunca una imagen que derrama lágrimas; no solamente
a ninguno jamás se le apareció la Virgen, sino que en la iglesia de la aldea desaparecieron varios santos, un cáliz y dos relicarios.

Pero los pescadores no pierden la fe; una vez más, como cada año en su día, se dirigen en procesión guiados por el cura párroco a
la ermita de San Ictícola de los Peces, para pedirle que, esta vez sí, atienda sus ruegos.

- Hijos míos, vamos todos a la ermita de San Ictícola para pedirle una buena pesca.

- La verdad, padre, desde que le rezamos a San Ictícola cada vez pescamos menos.

- Antes si que había buena pesca por acá, con el santo que teníamos antes, pero lo trasladaron.

- Es que San Ictícola sabe que entre nosotros hay herejes, perjuros, apóstatas... y por eso está molesto.

- Padre, si le molesta la apóstata, ¿por qué no se opera?

- ¿Falta mucho para le hermanita del Santo?

- La ermita.

- ¿Falta mucho para la termita del santo?

- ¡La termita!... ¡¡La ermita del santo!!

- ¿La marmita del santo?

- ¡¡ La ermita, el santuario, la capilla!!

- ¿Está en capilla la marmota de la hermanita del santo?

- ¡Aaaaaah, ya estamos llegando!, vamos, vamos

(Todos)

San Ictícola de la mar, San Ictícola de los peces
te queremos solicitar
que nos des una buena pesca, al contrario que otras veces
no nos vuelvas a fallar.

Con fervor y con fe, te venimos a rezar,
pero tú también pon un poco de voluntad.
San Ictícola de la mar, San Ictícola de los peces,
no nos vuelvas a fallar.

(...)

- Silencio, hijos recordad hemos venido en el día del santo para rezarle al santo en su saaaantoooo. Silencio, silencio.

(Todos) (Gregoriano)

San Ictícola de los peces, en tu día te imploraamos.
Cumple nueestro pediido, cumple nuestros ruegos en tu díia...
¡Cumpleaños feliz!

- Hermanos, cada vez hay menos peces... Y la culpa, ¿de quién es? ¡La culpa es de vosotros porque vivís en pecado!

- No, padre: vivimos del pescado.

- Oremos: San Ictícola de los peces, ten piedad de estos pobres pecadores.

(Todos): San Ictícola de los peces, ten piedad de estos pobres pecadores.

- Te confesamos todas nuestras faltas.

(Todos): Falta ropa, falta comida. falta dinero.

- Nos retractamos de las ofensas inferidas.

(Todos): Nos retractamos de las ofensas inferidas.

- A nuestros padres, a nuestros hermanos...

(Todos): A nuestros padres, a nuestros hermanos. Nos retractamos.

- A los hijos, a los cónyuges...

(Todos): A los hijos, a los cónyuges. Nos retractamos.

- A los tíos, los primos, los sobrinos, los cuñados, los suegros, los yernos, las nueras...

- (Todos): Sí. Nos retractamos.

- Se ve que es un retracto de familia.

- San Ictícola de los peces, perdona a estos pecadores inícuos, impíos, perjuros, perversos, despreciables, degenerados.

- (Todos): No le crea, no es para tanto.

(Todos)
San Ictícola de los peces, danos pescado abundante
o caeremos en la tentación de la carne y la maldición del colesterol.
Alabado sea el lenguado, y el bacalao alabao;
luz divina la sardina y divina luza la merluza.

- Entonemos grandiosos salmos ¡salmones! y loas al atún.

(Todos)
- Loas atún, loas atún, atún, atún loas atun..ombre.

- Y ahora leeré la vida de San Intícola

- ¿Toda Padre?

- Don Ictícola Fiorentini fue un honesto mercader que vivió en la Toscana en el siglo XI, que descubrió su vocación
religiosa el día en que casi muere atragantado por una espina de besugo. Su abnegada esposa salvó su vida extrayéndole
la espina, pero esos instantes de pánico le causaron una tremenda impresión. Ictícola nunca había visto tan de cerca a la
muerte, ni a su esposa. Entonces decidió tomar los hábitos... sobre todo el hábito de no comer pescado, y comenzó su prédica.
Prédica contra el consumo de todo tipo de pescado. Desde 1718 fue canonizado como San Ictícola de la Mar, protector de los
peces. encargado de mantenerlos alejados de las redes de los pescadores...

- ¡¿Y qué estamos haciendo aquí?¡, ¿qué estamos haciendo aquí?¡ ¡¿se puede saber qúe estamos haciendo acá?!. Pila de años
que estamos viniendo a esta roca podrida a rezar al miñequito y ahora...

- Esta parte no la había leído nunca...

- Era San Ictícola el que nos arruinaba la pesca... ¿te das cuenta?. ¡Tan santito que parecía!

(...)

- Pero ¿en qué quedamos? Si ruega, porque ruega, si no ruega, porque no ruega...

- Hablando de Noruega, ¿se acuerdans de las turistas noruegas que vinieron el año pasado?

- ¿Y qué tiene que ver eso?

- Dejemos la pesca y dediquémonos al turismo. Aprovechemos nuestras hermosas playas, el sol del Mediterráneo... Sí vienen
las turistas noruegas que no se mueran de frío...

- Esas turistas nórdicas son impúdicas...

- No, noruegas.

- Los hombres las espían, y luego viene la tentación y los malos pensamientos.

- Toman el sol con el torso desnudo. (jejeje) Esas cosas nunca vienen solas.

- No vienen de a pares... la tentación y los malos pensamientos.

- No voy a permitirlo... No insistan.. .Bueno, está bien.

- Padre, ¿a quién le podemos rezar para que nos mande turistas: suecas, belgas, alemanas...

- Con el torso desnudo... hay una santa: ¡¡Santa Dominga de los Lactantes!! vamos a rezarle para que nos manden turistas

(Todos)

Suecas, belgas y alemanas son mujeres muy completas
con su cuerpo seductor...
por la gracia de sus piernas, por la gracia de sus...
¡por la gracia del Señooor!.

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