El Amor y la Cocina
EL AMOR Y LA COCINA
Su paso me atravesaba cuando doblaba esa esquina
y un aroma ya flotaba en la mañana cristalina
una cuerda de sabores me adelantaron sus ojos
y así quedé yo al antojo de su amorosa cocina.
Pelambres de cuatro fuegos, texturas y sus resabios
ingredientes en los dedos y condimento en los labios
nunca fueron tan vecinos del paladar las delicias
y las de los clandestinos rincones de la caricia.
Era un beso el aderezo que con sabrosa maestría
en la olla se sazonaba y en la cama se cocía
siempre sobraron sabores aunque faltase sustento
nunca faltaron amores aun en los peores momentos.
Amor prepara urgente entre picante y caliente
delicias de tus recetas cada día diferentes
amor yo te lo pido suponiendo que hace mucho
que no comiese algo rico y quisieras darme el gusto.
Cuando no tuve consuelo en mis oscuros instantes
a punto de caramelo me llevaba por delante
me rescataba sonriendo su genial repostería
su modo dulce de traerme de nuevo hacia la alegría.
Soy su comensal y a un tiempo también plato preparado
cocinado a fuego lento y a veces arrebatado
en lo crudo y lo cocido, el mundo se ha separado
y yo que soy primitivo voy siempre crudo a su lado.
Desde chica su talento de amante se distinguía
en la mano cocinera que de la madre traía
la que me imagino a veces diciéndole sabiamente
no le mezquines la llama pero sacámelo al dente.
Amor ya sé quién eres, la que en el primer segundo
del big bang ya es fatigada como carta en ese punto
y dijo en las coordenadas del universo expandible
a ver muchachos si quieren amaso unos tallarines.
Cuanto procura y dispone prepara y mientras divaga
sahuma, cuela y reduce corta pica o descascara
no hay forma sobre la tierra más noble y más inspirada
de transformar la materia que en su cocina encantada.
En el aceite crepita la cebolla colorada
y mientras tiembla la ollita en los hervores del agua
y hechizada la belleza en sus artefactos de maga
y el amor en la destreza de su cocina embrujada.
El sentido más estricto de la medida ajustada
en la pizca y el poquito y en la media cucharada
un largo abrazo es el metro pa que el puchero se haga
y un beso breve en la boca pa la comida salteada.
Amor en la cocina tu corazón se imagina
sabores que el fuego empieza y que la almohada culmina
amores de una fiereza la que el gourmet no se anima
con los secretos apenas que hay en la piel y la harina.
Amor dale a la gente y lo que pongas en la fuente
siempre será festejado delicioso y suficiente
y si amores te sobraran como delicias ligeras
quien soy yo para pedirte...
quien soy yo para pedirte que sólo a mi me lo dieras.