Claros Y Frescos Rios
Claros y frescos ríos,
que mansamente vays
sigiendo vuestro natural camino;
desiertos montes míos,
que en un estado estáys
de soledad muy triste, de contino;
aves en quien ay tino
de descansar cantando;
árboles que vivís,
[y en fin también morís],
y estáys perdiendo a tiempos y ganando,
oydme juntamente
mi voz amarga, ronca y tan doliente.
Pues quiso mi ventura
que uviesse de apartarme
de quien jamás osé pensar partirme,
en tanta desventura
conviene consolarme,
que no es agora tiempo de morirme;
el alma ha d’estar firme,
que en un tan baxo estado
vergonçosa es tan muerte;
si acabo en mal tan fuerte,
todos dirán que voy desesperado;
y quien tan bien amó
no es bien que digan que tan mal murió.