Un mar de dudas
Tengo tres caracolas
Y en las tres se oye el mar
Y en cada una es distinto
Y en cada una es igual
Un mar de dudas
La Conus Gloriamaris, por ejemplo
Me saca a colación
Pequeños trasatlánticos soviéticos
El Lermontov y el Pushkin
–me parece–
Pausados coletazos de ballena
–o algo así–
El muelle en la bahía
–digo yo–
Un tifón en Malasia
–quizá–
Un huracán en Cuba
–tal vez–
Velas y vientos en Ausiàs March
–a mi juicio–
¡inmersión, inmersión, abajo el periscopio!
–no se oye muy bien–
Chillidos de gaviotas, –según creo–
Un ¡sálvese quien pueda!
Y el llanto de viudas
Un mar de dudas
La Nautilus Geómetra, otro ejemplo
Me llama la atención
Sobre Orfeo que clama por Eurídice
Hacia la isla de Lesbos
–me parece–
Aleteo de peces voladores
–o algo así–
Sirenas en la niebla
–digo yo–
Gemidos en la lona
–quizá–
¡tierra a la vista, tierra!
–tal vez–
Crujidos de madera en el pañol
–a mi juicio–
Tenaz repiqueteo de los SOS
–no se oye muy bien–
Las olas en la playa
–según creo–
Y en las olas las risas
De bañistas desnudas
Un mar de dudas
La Púrpura Haemastoma, último ejemplo
No incumple su función
No parece decir nada de nada
Pero es que su silencio es abisal
Profundidades mudas
Un mar de dudas