Mariví
La memoria es un tesoro
Cuando quiero rememoro
Tu piel azul, Mariví
Tus cabellos nacarados
Tus pechos espigados
Y tus ojos de rubí
Y tus dientes de coral
Y, al viento abiertas las velas
En tus muslos las gacelas
Y tu pubis, un puñal
Tus dulcísimos venenos
Cómo los echo de menos
Cuando vago por ahí
Con mis años bien cargados
De virtudes y pecados
Locas y locos por ti, Mariví
Esparciendo mal de amor
—norte, sur, este y oeste—
En cada cuerpo celeste
Que refleje tu esplendor
Para colmo de lirismo
Me atraías a un abismo
De palmeras en Tahití
Se me caía la baba
Pero me partí una taba
No pude ir y no fui
En tu exótico vergel
Otros gozaron tu encanto
Yo me hice cínico, tanto
Que ahora vivo en un tonel
Maribel... ¿Maribel?...
Alto ahí que me confundo
Deja que piense un segundo...
Si ahora eres Maribel
Nombre por demás bonito
No es a ti a quien he descrito
Ni es azul tu blanca piel
Ni te fuiste a Tahití
¡qué memoria, qué tesoro!
Ya no sé ni por quién lloro
Ya no sé ni a quién perdí
Mariví o Maribel
Maribel o Mariví
Piel azul o blanca piel
Decidme: ¿os acordáis de mí?
¿Os acordáis vosotras de mí?