Un poco más que fe [Classic Shit Series]
Primero paro y me planteo a ver realmente qué quiero. No vaya a ser que esté empujando en el sentido incorrecto. A veces pasa, lo hago por eso; no siento pereza por el esfuerzo pero no estoy pa’tirar mi tiempo. Caviar, ese el plan, ir directo a lo bueno y dejar atrás lo insustancial como dejé mis celos. No me obsesiona la verdad, eso os lo dejo al resto, a los que estáis es eso, mi fin es más modesto. No quiero tener razón, esos se van imponiendo; y yo no pretendo que otros vivan según lo creo. Bastante tengo yo ya… bastante tengo para meterme en casa de nadie a dar lecciones, lo siento. Presumo de disciplinado pero a veces peco, intento ponerme las metas donde creo que llego. Tengo brazos largos y la autoestima en el cielo, pero no me autoengaño, hay cosas que intento y no puedo. Ya está. No hay frase motivacional para eso. Tengo capacidad y límites, lo sé y lo acepto. Y mientras cojo otro libro, me siento un rato y leo. Qué bien escriben algunos, qué envidia…
Todo lo que soy, todo lo que sé requirió un poco más que fe.
Siempre me empeñé en hacer las cosas bien,
pero acabo bien y vuelve a empezar otra vez…
¿Una palabra que me describa? Es fácil, inestable. La cosa se complica si intento entrar en de detalles. A ver cómo se explica el hambre por ser más grande si al mismo tiempo odio estresarme intentando gustarles. No me atrae sentirme carne de redes sociales, pero menos me atrae que puedan olvidarme, así que invierto horas en las que podría escribiros frases buscando material que subir que no sé si importa a nadie. Hay que adaptarse, dicen, y es importante, pero si hago lo que hacen todos, qué aporto, no es fácil. Buscar el equilibrio entre soplar y sorber, dar lo que esperan tener y sorprender a partes iguales. A veces las obligaciones no las pone nadie, pero aún así incumples y te sientes culpable. Hay margen, aún puedo mejorarme. A ver si soy capaz de aprender de una vez a cuidarme… Mi orgullo tiene parches, (y) puede doblarse, pero no se parte; antes desnudo que vestirme disfraces. Y mientras pillo un disco, le doy al play y me digo: Qué bien que cantan algunos, qué envidia…
Todo lo que soy, todo lo que sé requirió un poco más que fe.
Siempre me empeñé en hacer las cosas bien,
pero acabo bien y vuelve a empezar otra vez…