Las Rutas Desiertas
Sólo las corazonadas con su luz escondida.
Sólo lugares de llegada sin la insensatez de las despedidas.
Sólo rutas desiertas, sólo puntos de partida y mentiras descubiertas.
Que el peor de los males sea el adiós de buenas noches. Que la desilusión sea un derroche,
que lleven sordina las verdades.
Sólo rutas desiertas,
sólo campos en flor.
La caja fuerte de mi corazón abierta,
sólo simulacros de dolor,
sólo mares en calma,
las piezas reparadas de un error y vendas limpias para el alma.
Que el crepitar de los deseos caliente el silencio en las ciudades.
Que se nos queden pequeñas las inmensidades, que no exista lo que no veo.
Sólo rutas desiertas hacia alguna parte,
sólo el cielo dorando las puertas de este vagón del tren de la tarde,
y el deambular de las miradas,
el ahora que entre las manos arde,
sólo corrientes desbocadas.
Que a la fe le salgan alas, que quede siempre algún desvío, que el más infatigable desafío sea dejar las cosas claras.