Para el Viernes
Nunca para el viernes fue mejor el gusto
Ni más tibio el aire, ni cándido el tiempo
Porque tu regresas a pasmarme el rumbo
Con toda la anchura de tu don violento
Nunca tuve de hombre en la coraza el susto
Fuera del temor de tu pequeño gesto
Siempre tan ingenuo y tan inseguro
Nunca para un viernes fue mejor un beso
El reloj, don de la razón retó
Un fin de semana al corazón impreso
Nunca para un viernes tuve tal diluvio
De ansia desbordada y de ternura inquieta
Porque te apareces en el mundo justo
Cuando a declinar mi juventud empieza
Nunca tuvo un viernes un color tan chulo
Donde cada espacio de la luz despierta
Y en la maravilla de volar se abjuro
Porque cada estrella a titilar de apresta
Nunca tuvo un ángel un mejor refugio
Que bajo las alas de tu primavera
Nunca para el viernes el amor sostuvo
Toda su energía desplegada y honda
Ni de tal encanto esa penota supo
Ni de tal bandera la niñez blasona
Nunca aceleró con más vigor el pulso
Que en la intrepidez que tu partida asoma
Por eso los sueños valen un segundo
Cuando la alegría se nos desmorona
Hasta para el viernes más caro y profundo
Tendrás un domingo que se lo devora