Tabaré
(Canción)
Tabaré lo apellidan los charrúas,
nació en los bosques de Caracé el guerrero,
¡hijo de mi dolor! una española
le decía llorando ha mucho tiempo.
Duerme hijo mío, mira: entre las ramas
está dormido el viento.
Ahí va callado, taciturno, extraño
Tabaré por el pueblo;
Blanca lo observa, sigue del charrúa
los tristes movimientos;
¿Es ella la que flota en su pasado?
¿Es la blanca visión de sus ensueños?
A una mujer tan blanca como aquélla
oyó cantar los cánticos maternos:
Duerme hijo mío, mira: entre las ramas
está dormido el viento.
Alfredo Zitarrosa construye su propio texto utilizando catorce versos -a los que modifica en algún caso y en otros transcribe textualmente-, extraídos de distintos momentos del extenso poema original, que contiene 4.500.